PASA Y SIÉNTATE EN MI PORCHE.

DESCANSA Y CHARLA UN RATO CONMIGO...

Navegante, entra al porche y deja tu comentario.

Las Nuevas Tecnologías avanzan que es una barbaridad e Internet cada vez se hace más presente en nuestras vidas, para lo bueno y para lo malo.
Los blogs han irrumpido en todo el mundo internáutico y el porche como no podía ser menos se pone en primera línea y no quiere quedarse atrás.
Este blog permite que el porche sea más participativo, un sitio en el que sea más fácil opinar, dejar un comentario o pegar aquello que simplemente se quiere compartir con los demás, con el único fin de mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo y de sus gentes.
El único límite serán las que imponen las más elementales normas de educación y cortesía, el resto es cosa de todos nosotros.
Entra pues con toda confianza y siéntate un ratito a charlar plácidamente en este tu porche.

Sin raíces no hay ramas, sin árboles no hay bosque.
¡Abajo las raíces, arriba las ramas!
Ubuntu.

Salu2 cordiales y pedal-pedal.
"Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo." EDUARDO GALEANO.

"Cualquier objeto, por insignificante que parezca, tiene una historia que contar. Un mago o maga de las palabras solamente tiene que saber imaginarla y luego, contarla." AYES & LUIS

17 mayo, 2023

Caminando siempre con Ítaca en mi mente.


Hay situaciones, lugares, cosas, pensamientos, textos, reflexiones..., que van y vienen, que son recursivos, que están de acá para allá sin parar, en una senda circular, infinita. Se encuentran en perpetuo movimiento, navegando por la Red, por la Vida, por el Camino y, cuando menos te lo esperas, ¡zas!, te los topas de nuevo, te das de bruces con ellos.

Hace ya unos cuantos años, septiembre de 2018, en este mismo blog, reflexioné sobre ese precioso poema de P. Kavafis, "Cuando emprendas tu viaje a Ítaca", que me entusiasmó y encontró su sitio en este blog de "El porche". Pasado el tiempo, vuelve a aparecer, a hacer referencia a ese mismo poema, el genial Antonio Monleón Anguita, y no he dudado ni un segundo en traer al mismo sitio, a "el porche de los ilustres", sus reflexiones, que siguen completando el contenido de lo que en el poema se dice y reflexiona.

A mi me ha gustado y yo sigo caminando, a veces con la mano del amigo en mi hombro, con mi mochila a la espalda, bastón en mano y con Ítaca siempre en mi mente.

TEN SIEMPRE A ITACA EN TU MENTE, de Antonio Monleón Anguita.

La chica de la oficina del peregrino en Santiago de Compostela me preguntó: ¿Por qué motivos ha hecho usted el Camino: religiosos, espirituales o culturales? Yo le iba a responder que culturales, pero después de pensarlo un poco le dije que espirituales, porque el espíritu no es patrimonio de ninguna religión. ¿Acaso la comunión con los bosques de fresnos, robles, abedules y avellanos, los caseríos y los arroyos, no es algo espiritual? Se pone de manifiesto cuando te fundes con el espíritu de las llanuras sin fin y las colinas y montes; cuando escuchas el rumor de los árboles; y cuando acaricias las ancestrales piedras de muros y albarradas. Como hubiera dicho Kavafis, el espíritu y la magia están en el camino y no en la meta. Lo importante no es llegar, porque el camino nos lleva al interior de cada uno de nosotros. El camino, como la vida, tiene sus luces y sus sombras. La luz ilumina los senderos, las aldeas, los arroyos y los bosques por donde transcurre la vida, en oposición con la meta, que son las sombras, una misteriosa tumba que nadie sabe lo que contiene.

2 comentarios:

Juan Luís Sáez dijo...

Todos tenemos preparados nuestra mochila y bastones para el largo camino hacia Itica. Esa sensación de bienestar que produce haber hecho un camino. Esa felicidad inmensa cuando ves algo que nunca antes habías visto. Y te sorprendes. A tu lado, Luis, viajamos y nos asombramos al descubrir cada día cosas nuevas. Gracias por descubrirnos cosas que jamás soñábamos. Un abrazo

Anónimo dijo...

Espero que cuando regreses a Ítaca, Penélope haya terminado, por fin, de tejer el manto, o, mejor, tenla siempre en mente y no regreses: sigue explorando nuevos mundos cuál Ulises