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Las Nuevas Tecnologías avanzan que es una barbaridad e Internet cada vez se hace más presente en nuestras vidas, para lo bueno y para lo malo.
Los blogs han irrumpido en todo el mundo internáutico y el porche como no podía ser menos se pone en primera línea y no quiere quedarse atrás.
Este blog permite que el porche sea más participativo, un sitio en el que sea más fácil opinar, dejar un comentario o pegar aquello que simplemente se quiere compartir con los demás, con el único fin de mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo y de sus gentes.
El único límite serán las que imponen las más elementales normas de educación y cortesía, el resto es cosa de todos nosotros.
Entra pues con toda confianza y siéntate un ratito a charlar plácidamente en este tu porche.

Sin raíces no hay ramas, sin árboles no hay bosque.
¡Abajo las raíces, arriba las ramas!
Ubuntu.

Salu2 cordiales y pedal-pedal.
"Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo." EDUARDO GALEANO.

"Cualquier objeto, por insignificante que parezca, tiene una historia que contar. Un mago o maga de las palabras solamente tiene que saber imaginarla y luego, contarla." AYES & LUIS

18 agosto, 2013

¿Por qué siempre ganan los malos?

De la movida mahometana me quedo con una foto. Dos jóvenes tocados con kufiyas alzan un cartel: Europa es el cáncer, el Islam es la respuesta
 
Y esos jóvenes están en Londres. Residen en pleno cáncer, quizá porque en otros sitios el trabajo, la salud, el culto de otra religión, la libertad de sostener ideas que no coincidan con la doctrina oficial del Estado, son imposibles. Ante esa foto reveladora –no se trata de occidentalizar el sano Islam, sino de islamizar un enfermo Occidente–, lo demás son milongas. Los quiebros de cintura de algunos gobernantes europeos, la claudicación y el pasteleo de otros, la firmeza de los menos, no alteran la situación, ni el futuro. En Europa, un tonto del haba puede titular su obra Me cago en Dios, y la gente protestar en libertad ante el teatro, y los tribunales, si procede, decidir al respecto. Es cierto que, en otros tiempos, en Europa se quemaba por cosas así. Pero las hogueras de la Inquisición se apagaron –aunque algún obispo lo lamente todavía– cuando Voltaire escribió: «No estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero lucharé hasta la muerte para que nadie le impida decirlo»
Aclarado ese punto, creo que la alianza de civilizaciones es un camelo idiota, y que además es imposible. El Islam y Occidente no se aliarán jamás. Podrán coexistir con cuidado y tolerancia, intercambiando gentes e ideas en una ósmosis tan inevitable como necesaria. Pero quienes hablan de integración y fusión intercultural no saben lo que dicen. Quien conoce el mundo islámico –algunos viajamos por él durante veintiún años– comprende que el Islam resulta incompatible con la palabra progreso como la entendemos en Occidente, que allí la separación entre Iglesia y Estado es impensable, y que mientras en Europa el cristianismo y sus clérigos, a regañadientes, claudicaron ante las ideas ilustradas y la libertad del ciudadano, el Islam, férreamente controlado por los suyos, no renuncia a regir todos y cada uno de los aspectos de la vida personal de los creyentes. Y si lo dejan, también de los no creyentes. Nada de derechos humanos como los entendemos aquí, nada de libertad individual. Ninguna ley por encima de la Charia. Eso hace la presión social enorme. El qué dirán es fundamental. La opinión de los vecinos, del barrio, del entorno. Y lo más terrible: no sólo hay que ser buen musulmán, hay que demostrarlo. 
En cuanto a Occidente, ya no se trata sólo de un conflicto añejo, dormido durante cinco siglos, entre dos concepciones opuestas del mundo. Millones de musulmanes vinieron a Europa en busca de una vida mejor. Están aquí, se van a quedar para siempre y vendrán más. Pero, pese a la buena voluntad de casi todos ellos, y pese también a la favorable disposición de muchos europeos que los acogen, hay cosas imposibles, integraciones dificilísimas, concepciones culturales, sociales, religiosas, que jamás podrán conciliarse con un régimen de plenas libertades. Es falaz lo del respeto mutuo. Y peligroso. ¿Debo respetar a quien castiga a adúlteras u homosexuales? Occidente es democrático, pero el Islam no lo es. Ni siquiera el comunismo logró penetrar en él: se mantiene tenaz e imbatible como una roca. «Usaremos vuestra democracia para destruir vuestra democracia», ha dicho Omar Bin Bakri, uno de sus los principales ideólogos radicales. Occidente es débil e inmoral, y los vamos a reventar con sus propias contradicciones. Frente a eso, la única táctica defensiva, siempre y cuando uno quiera defenderse, es la firmeza y las cosas claras. Usted viene aquí, trabaja y vive. Vale. Pero no llame puta a mi hija –ni a la suya– porque use minifalda, ni lapide a mi mujer –ni a la suya– porque se líe con el del butano. Aquí respeta usted las reglas o se va a tomar por saco. Hace tiempo, los Reyes Católicos hicieron lo que su tiempo aconsejaba: el que no trague, fuera. Hoy eso es imposible, por suerte para la libertad que tal vez nos destruya, y por desgracia para esta contradictoria y cobarde Europa, sentenciada por el curso implacable de una Historia en la que, pese a los cuentos de hadas que vocea tanto cantamañanas –vayan a las bibliotecas y léanlo, imbéciles– sólo los fuertes vencen, y sobreviven. Por eso los chicos de la pancarta de Londres y sus primos de la otra orilla van a ganar, y lo saben. Tienen fe, tienen hambre, tienen desesperación, tienen los cojones en su sitio. Y nos han calado bien. Conocen el cáncer. Les basta observar la escalofriante sonrisa de las ratas dispuestas a congraciarse con el verdugo. 

17 agosto, 2013

Una ruta por el Camino del Norte, de Santander a Ribadesella.

En esta ocasión y pensando en quitarnos de las agobiantes calores del verano, nos hemos dispuesto a patear para conocer mejor una zona muy especial del norte español, el tramo del Camino del Norte que va desde Santander hasta Ribadesella.


Acceder a otro mundo por unos días y compartir la idea de que "El que lee mucho y viaja mucho, sabe mucho y conoce mucho", del inmortal Cervantes, es uno de los objetivos de esta escapada.
En definitiva, hacer senderismo cultural y natural al mismo tiempo que sentir en los adentros una vivencia que quedará grabada para la eternidad.
Ayuntamiento en la Plaza Mayor de Valladolid.
1er día, domingo, 4 de agosto 2013: De Villanueva Mesía a Valladolid. 
Salimos en coche desde Villanueva Mesía para hacer escala en Valladolid, ya que no está uno para grandes atracones kilométricos de coche, pensando en disfrutar de una parada intermedia en una lugar de interés y en esta ocasión pensamos en que fuera esta ciudad castellana de pura cepa. Y bien que vale la pena conocerla. Total 654 kms y unas 6 horas de coche.
Valladolid, es una ciudad intermedia, que nos ha impresionado muy favorablemente, en la que abundan los parques y grandes avenidas, en torno al Paseo de Zorrilla, y una zona monumental muy rica en torno a la Plaza Mayor. Una visita y paseo nocturno es toda una gozada, tranquilidad y relax garantizada.
Bar la Sepia, Valladolid
Tomamos una cena-tapeo en el Bar Sepia, en una callejuela pegadita al ayuntamiento en la Plaza Mayor, en las que la sepia a la plancha es el plato estrella, más que recomendable.
El alojamiento lo hicimos en el Hotel Juan de Austria, gracias a un chollo de esos que de vez en cuando se obtienen buscando por internet.

2º día, lunes, 5 de agosto de 2013: De Valladolid a Santander (Palacio de la Magdalena)
Partimos de Valladolid, para atravesando la cordillera cantábrica, llegar hasta el Hotel San Millán en las afueras de Santander, recorriendo 243 kms y unas 2 horas y media aproximadamente.
Después de alojarnos en el hotel, nos lanzamos a recorrer la ciudad santanderina, dejando el coche en el aparcamiento junto al Hotel Alfonso IX, muy bien situado por cierto, en el centro de la ciudad.
Lo primero de todo, acercarnos hasta la plaza de la Catedral y tomar un almuerzo al aire libre al pie de la escalinata allí existente. Luego visitamos la Catedral y a pie, sieguiendo todo el Paseo Pereda, llegar hasta la península de la Magdalena, lugar en donde se encuentra el palacio del mismo nombre y que da sede a la Universidad de Verano Menéndez Pidal.

Catedral de Santander
Palacio de la Magdalena, Santander
Disfrutamos de lo lindo recorriendo todos los hermosos rincones de este entorno, en los verdes y azules del paisaje nos dejaba boquiabiertos: vegetación exhuberante, acantilados tremendos, gente disfrutando de la jornada. En fín, un lugar de los que no puede dejar de visitarse. 

Acantilados de la Magdalena, Santander
3er día, martes, 6 de agosto de 2013: Santander (Faro del Cabo Mayor, bahía de Santander y bus turístico)
Esta jornada la dedicamos a hacer senderismo por el otro lado de la bahía del Sardinero. 
Acantilados de Mataleñas, Santander
Dejamos el coche en el aparcamiento que hay junto al camping del Faro Cabo Mayor y tomamos un sendero que bordeando espectacularmente sube hasta el faro. Las vistas de los acantilados no dejan de sorprendernos y maravillarnos. 
Acantilados y Faro de Cabo Mayor, Santander
 Una vez superado el faro, por una entrada que hay junto al chiringuito del faro, tomamos el sendero que va bordeando la costa hacia el oeste y a seguir disfrutando de grandiosos acantilados, calas admirables, formaciones rocosas sorprendentes, hasta llegar al Panteón del Inglés, curiosa construcción que pone un punto y seguido descendente a la costa, que seguimos recorriendo sin parar hasta que ya el sentido común nos hace tomar el camino de vuelta, como siempre suele ocurrir, cansados de la caminata, pero orgullosos y satisfechos de la experiencia vivída.

Panteón del Inglés, Santander
Costa Norte de Santander
Comemos pescadito en el restaurante La Barca justito donde habíamos dejado aparcado el coche y nos disponemos a afrontar la tarde con un viaje en barco por la bahía de Santander y un paseo en bus turístico, una inmejorable forma de conocer la esencia santanderina.

Barco que pasea por la bahía santanderina
¡¡¡Sorpresa, al bajar del barco nos topamos con otros Cabellos!!!
Al final, muy cansados, nos tomamos unos pinchos en un antiguo mercado transformado que nos saben a gloria.

4º día, miércoles, 7 de agosto de 2013:
Dejamos Santander, para en poco tiempo visitar Suances, un pintoresco pueblo junto al mar que nos obsequia de hermosas panorámicas marinas y un magnífico sendero que recorre acantilados que vuelan hacia el mar produciendo un vértigo del que se agarra al estómago. 
Acantilados de Suances, Cantabria
De Suances, viajamos hasta otra época, la que nos ofrece la medieval Santillana del Mar, abarrotada de gente. Nos alojamos en el Hotel Los Infantes e inmediatamente nos lanzamos a recorrer las calles empedradas de esta localidad, empezando con la visita a las Cuevas de Altamira (una hora de cola para sar la entrada y otra hora de espera para entrar, pero bueno, son las Cuevas de Altamira "no auténticas"). Luego derechos a la Colegiata, monumento nacional, que dispone de un claustro románico de singular belleza y atractivo, sin dejar atrás la iglesia del mismo estilo, que nos recibe con ese peculiar olor a humedad y rancio que solo en estos sitios se puede captar.
Colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar, Cantabria
Claustro de la colegiata de Santa Juliana en Santillana del Mar, Cantabria
Seguimos la visita entrando en el Museo del Barquillo y paseando relajadamente por las calles disfrutando de casas palaciegas y de balconadas adornadas de flores que es un deléite, para después disfrutar de una exquisita cena en uno de los coquetos restaurantes santillanos.

Un paseo nocturno por las ancestrales calles y a descansar, que la jornada ha sido larga.

5º día, jueves, 8 de agosto de 2013: De Santillana del Mar al Molino de Bolao (Toñanes), Cóbreces, Comillas, playa de Oyambre y San Vicente de la Barquera:
Un día bien aprovechado que empezó saliendo desde Santillana del Mar para dirigirnos a la cercana población de Toñanes con la idea de hacer la ruta del Molino del Bolao y de los Acantilados de la Molina. Un recorrido corto nos lleva hasta la linea de la costa exactamente al lugar en el que el arroyo de La Presa desemboca al Cantábrico en la zona del Molino del Bolao provocando unas hermosas cataratas en las que el encuentro de rio y mar  en ese entorno típico de acantilado se pone sus mejores galas. Bien vale la pena acercarse a este sitio, desconocido para la mayoría, para disfrutar de tan bello paisaje.

Cascadas del Molino del Bolao, Toñanes, Cantabria
Dejamos el Molino del Bolao para dirigirnos a la población de Cóbreces, que tiene un monasterio cirsterciense de primer orden
Cóbreces, Cantabria.
y llegar posteriormente llegar a la ciudad de Comillas, lugar que nos disponemos a recorrer de forma más exhaustiva.
Empezamos la visita recorriendo el centro de la ciudad y disfrutando de la visita de antiguos edificios que han sido rescatados gracias a que se le han dado unas nuevas utilidades, tales como el Ayuntamiento Antiguo, la iglesia de San Cristóbal (estaban tocando piano), la plaza del Corro Campíos y el Ayuntamiento Nuevo, en el que se encuentra la oficina de información y turismo sitio que nos preparó un excelente mapa para ayudarnos a conocer la grandiosa Comillas.

Palacio de Sobrellano en Comillas, Cantabria
 Ya en ruta turística, visitamos sucesivamente la Fuente de los Tres Caños, vimos el exterior de El Capricho de Gaudía y nos detuvimos contemplando el impresionante Palacio de Sobrellano con su anexa Capilla-Panteón, unas edificaciones enclavadas dentro de un grandioso parque en el que el intenso verde de la hierba en contraste con el azul intenso del cielo, nos llamó poderosamente la atención.
Puerta de la Universidad Pontificia de Comillas, Cantabria
Seguimos la ruta accediendo por la espectacular Puerta de la Univesidad Pontificia hasta la colina en la que dicha Universidad se encuentra enclavada que nos ofrece unas hermosas panorámicas de la ciudad que nos muestra sus mejores galas. Bien vale la pena el esfuerzo hasta llegar a esta altura sobre todo por la recompensa de las vistas.
Universidad Pontificia de Comillas, Cantabria
Seguimos hasta el curioso cementerio, ya en la línea de la costa, para descender hasta el Puerto, lugar más que recomendable para tomarse un respira y disfrutar del pescado fresco que se nos ofrece en la terraza de el Bar de La Lonja, desde la que se puede contemplar el puerto pesquero y la inmensa playa, que después recorremos por su larguísimo paseo marítimo lleno de bares  y restaurantes, para terminar subiendo hasta el Mirador de Santa Lucía, que nos devuelve hasta el inicio de nuestra ruta no sin antes pasar por la Portada Casa Moro, otra genialidad de Gaudí, que abre puertas para los vehículos, las personas y los pájaros.

Portada Casa Moro de Gaudí, arriba a la derecha la entrada de los pájaros en Comillas, Cantabria
 Abandonamos Comillas para tomarnos un respiro en las arenas de las playa de Oyambre, otro sitio en el que la costa se abre al mar olvidando momentáneamente los cortados acantilados para dejarnos remojar los pies en las frescas aguas del Cantábrico. Un lugar perfecto para tomar el sol y recuperar energía.
Playa de Oyambre, Cantabria
 Con las pilas cargadas, nos encaminamos ahora hasta la localidad de San Vicente de la Barquera, otro destino esperado en nuestra ruta y que nos obsequia nada más llegar con sus espléndidas imágenes de la bahía en marea alta y que cruzamos por el largo, largo puente que comunica ambas orillas.
San Vicente de la Barquera, Cantabria
 Dejamos el coche, para afrontar a pie, como es costumbre, la visita del casco antiguo de San Vicente, una población que, como muchas de la zona, vivía y vive alrededor de una zona elevada rodeada de murallas que cobijan habitualmente a alcazabas y colegiatas y que daban protección a los pobladores.
De aquí, ya al anochecer regresamos a Santillana del Mar que nos recibe iluminada soberbiamente y nos vuelve a maravillar al ofrecernos  ese toque medieval de las que hace gala.
Nocturna de Santillana del Mar, Cantabria
 6º día, jueves, 9 de agosto de 2013: De Santillana del Mar a Puertas de Vidiago, Unquera, Colombres y ruta de los Bufones de Arenillas y subida al Ídolo de Peñatú:
En este día cambiamos de ubicación pasando por la fronteriza Unquera bañada por el rio Deva y en la que una de sus orillas pertenece a Cantabria y a la otra a Asturias, parándonos a degustar las exquisitas Corbatas, unos dulces muy apreciados por las gentes de la zona, y también contemplamos la pericia de los piragüistas en el Deva, de límpidas aguas repletas de pesca.
Rio Deva a su paso por Unquera, de Cantabría a Asturias


Corbatas de la Unquera, Cantabria y Asturias


 El siguiente destino es Colombres, ciudad que contiene un montón de las llamadas Casas de Indiano. Las casas de los indianos eran las edificaciones que hacían los emigrantes que regresaban de América después de haber hecho fortuna. Destaca de entre todas las Casa del Indiano Íñigo Noriega hoy convertida en la sede de la Fundación Archivo de Indianos y en el Museo de la Emigración, que bien vale la pena deternerse a visitar tranquilamente.

Casa del Indiano, sede del Museo de la Emigración en Colombres, Asturias
 Ya al medio día llegamos a la pequeña población rural de Puertas de Vidiago para alojarnos en el encantador Hotel Rural Pugide, enclavado en un entorno natural y de ambiente relajado en el que recibimos un trato formidable y que recomendamos desde aquí.

Hotel Pugide, en Puertas de Vidiago, un lugar de ensueño en Asturias.
Después de almorzar un menú a base de guisos de la tierra en el Restaurante Casa Poli y de descansar un rato, nos apresuramos a hacer por la tarde una ruta de senderismo que nos lleva sucesivamente a los Bufones de Arenillas, rio Purón y al Ídolo de Peñatú.
Bufones de Arenilla cerca de Puertas de Vidiado, Asturias
Rio Purón, cerca de Puertas de Vidiago en Asturias
Ídolo de Peñatú, cerca de Puertas de Vidiago en Asturias

Una vez más, el esfuerzo de la caminata nos ofrece sus mejores recompensas en forma de acantilados, maravillas naturales, naturaleza en estado puro y espectaculares paisajes.

Panorámica al atardecer desde Peñatú en Puertas de Vidiago, Asturias.
 La vuelta, ya casi de noche al hotel, nos lleva tras una ligera cena a descansar de tan apretada jornada.

7º día, viernes, 10 de agosto de 2013: De Puertas de Vidiago a Llanes, Playa de Gulpiyuri, Bufones de Pría, Playa de Guadamía y Ribadesella:
Con un tiempo espléndido nos digimos en este día hasta Llanes, que hace honor a su eslogan "Llanes de Cine", algo que es más que cierto y que es fácil de corroborar despues del recorrido que hicimos por esta localidad.
Paseo de San Pedro en Llanes, Asturias.
Cubos de la Memoria en el puerto de Llanes, Asturias
Empezamos a recorrer el fantástico Paseo de San Pedro, hierba, mar y cielo, que junto a la costa y acantilados nos introduce en la población con hermosas vistas maritimas y del casco antiguo.
Bajamos al pueblo pasando por el puerto, que contiene los llamativos coloridos Cubos de la Memoria, y por sus preciosas calles, para luego continuar hasta nuestro siguiente punto de destino: la playa de Gulpiyuri, un curioso fenómeno natural por el que nos encontramos una playa de interior, que aparece y desaparece al rítmo de las mareas.

Playa de Gulpiyuri, Asturias
 La segunda parte de la jornada la dedicamos a hacer senderismo para visitar la zona de los Bufones de Pría y de la Playa de Guadamía. Otros lugares en las que la costa ofrece sus mejores galas y los acantilados y bufones ponen ese punto de misterio que sobrecoge al contemplarlos y escucharlos.
El recorrido por el sendero costero se hace duro, pero una vez más podemos decir que bien vale la pena por la recompensa.
Almuerzo junto a los acantilados de Pría, cerca de Llames en Asturias
Bufones de Pría, cerca de Llames en Asturias
Playa de Guadamía, Asturias
La tarde la pasamos en Ribadesella, que recorremos primero en el trenecito turístico y luego a pie subimos hasta la ermita de la Virgen de la Gúia donde podemos contemplar unas preciosas panorámicas de este hermoso pueblo marinero.
Ribadesella, Asturias
 Antes de partir de vuelta a Puertas de Vidiago, una sidra fresquita con unas anchoas fritas del cantábrico con jamón, y es que hay que recuperar fuerzas.

Barla Maria en Ribadesella, Asturias

8º día, sábado, 11 de agosto de 2013: De Puertas de Vidiago a Trujillo. La Vuelta:
Todo tiene su final, y en este día abandonamos el norte, el verde intenso y el azul desbordante, para cruzar la cordillera Cantábrica y adentrarnos de vuelta en Castilla-León. Los tonos cambian, el marrón hace presencia en el paisaje y sobre todo la calor, la intensa calor de agosto olvidada se nos viene encima de golpe.
Bajamos por Béjar y Baños de Montemayor para alli, con sofocante calor, tomar un estupendo almuerzo y llegar hasta Trujillo, lugar en el que hemos decidido hacer parada para conocerlo y romper el largo camino de vuelta.
Trujillo de noche, de Cáceres, Extremadura
 Trujillo, un pueblo de piedra, monumental, de rica historia, nos recibe con una temperatura asfixiante, que hace que el cansancio acumulado se haga más evidente. Un leve recorrido nocturno por el centro de la ciudad y una cena gratificante y a dormir pronto para recuperar fuerzas, que mañana nos espera la última e intensa jornada dedicada a conocer esta antigua ciudad extremeña.

Panorámica de la Plaza Mayor de Trujillo, Cáceres (Extremadura)
 A primera hora de la mañana estábamos listos para desayunar en la Plaza Mayor de Trujillo, todavía el sol se mostraba clemente en el cielo y lo primero fue dirigirnos a la oficina de información y turismo de Trujillo que está en la misma plaza y contratar una visita guiada (3 euros) que nos permitió recorrer la Trujillo monumental y visitar los principales edificios cargados de historia, así como conocer las andanzas de los intrépidos hijos de Trujillo: Pizarro, Orellana, etc...
Destacamos la visita a la iglesia de San Martín declarada monumento nacional y la alcazaba que contiene una capilla con la patrona de Trujillo, la Virgen de la Victoria, la que siempre está mirando desde lo más alto a la ciudad.
Panoramica de Trujillo con la Alcazaba al fondo y la torre de la iglesia de San Martín al frente, Cáceres, Extremadura
 Terminada la visita y de probar un exquisito menú típico de Trujillo, nos despedimos de la ciudad tomando dirección a Mérida, autovía de la Plata que nos lleva hasta Sevilla y desde allí hasta casita por la A-92.
Ufff, aunque no han sido muchos días, parece que hace un siglo que salimos, y es que la densidad de las jornadas vivídas tan intensamente así lo hacen parecer.
Quedamos confabulados para seguir el recorrido empezando desde Ribadesella dirección Galicia, pero eso queda para la próxima aventura.

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