PASA Y SIÉNTATE EN MI PORCHE.

DESCANSA Y CHARLA UN RATO CONMIGO...

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Las Nuevas Tecnologías avanzan que es una barbaridad e Internet cada vez se hace más presente en nuestras vidas, para lo bueno y para lo malo.
Los blogs han irrumpido en todo el mundo internáutico y el porche como no podía ser menos se pone en primera línea y no quiere quedarse atrás.
Este blog permite que el porche sea más participativo, un sitio en el que sea más fácil opinar, dejar un comentario o pegar aquello que simplemente se quiere compartir con los demás, con el único fin de mejorar la calidad de vida de nuestro pueblo y de sus gentes.
El único límite serán las que imponen las más elementales normas de educación y cortesía, el resto es cosa de todos nosotros.
Entra pues con toda confianza y siéntate un ratito a charlar plácidamente en este tu porche.

Sin raíces no hay ramas, sin árboles no hay bosque.
¡Abajo las raíces, arriba las ramas!
Ubuntu.

Salu2 cordiales y pedal-pedal.
"Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo." EDUARDO GALEANO.

"Con el tiempo todo pasa. He visto, con algo de paciencia, a lo inolvidable volverse olvido, y a lo imprescindible sobrar". GABRIEL GARCIA MARQUEZ

"Cualquier objeto, por insignificante que parezca, tiene una historia que contar. Un mago o maga de las palabras solamente tiene que saber imaginarla y luego, contarla." AYES & LUIS

Mostrando entradas con la etiqueta escuela. Mostrar todas las entradas
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28 agosto, 2024

Apañados estamos


Me ha llegado el siguiente artículo relacionado con la Educación y me ha gustado mucho, por ese motivo y como viene siendo mi costumbre lo he compartido a través de las redes sociales y con grupos de amigos. La mayoría de las veces, cuando hago eso, ahí se queda la cosa, en el básico hecho de la "compartición", pero en esta ocasión ha surgido debate, algún intercambio de pareceres y opiniones, lo cual me lleva a pensar que el artículo en sí, tiene que tener su atractivo, densidad y enjundia, mucho más de lo que podía imaginar. 

Por esa razón, no me resisto en crear una entrada en mi blog de "el porche" con todo ese material generado, ya que nunca se sabe cuando puede volver a necesitarse y por ese motivo, siempre es bueno tenerlo a buen recaudo y a mano.

07 junio, 2019

El Libro del Agua


De vez en cuando repito, porque realmente así lo pienso y siento, que "Cuando un colegio se propone ser feliz, no hay quien lo pare." Y eso es lo que ha pasado y está pasando en el CEIP San Isidro de Huétor Tájar (Granada) que bajo el lema "Una Escuela dispuesta a cambiar el mundo" se ha lanzado de lleno a este proyecto educativo del agua que generosamente nos da un soplo fresco de esperanza en este mundo en el que por desgracia vivimos y en el que el planeta Madre-Tierra, agoniza por la "in misericorde" actuación alocada del humano, antes llamado "ser humano".

10 febrero, 2016

Aprendiendo a escribir el nombre

Me ha encantado esta foto desde el primer momento en que la vi.
Un momento irrepetible ese el de aprender a escribir el propio nombre.
Una situación en la que nadie es consciente de su trascendencia,  al menos a esa edad, y que demuestra como nuestra vida, al final, es la suma de pequeños instantes por los que pasamos, la mayoría de las veces sin apenas darnos cuenta.

11 enero, 2016

El Trastorno por Déficit de Naturaleza en la escuela

El Trastorno por Déficit de Naturaleza en la escuela, interesantísimo articulo publicado en ACTUALIDAD PEDAGÓGICA, alternativas para cambiar el modelo tradicional de aprendizaje.





EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE NATURALEZA EN LA ESCUELA


“Los niños están acostumbrados a tenerlo todo antes de desearlo y sin esfuerzo [...]. Necesitan más que nunca acostumbrarse pacientemente mirando cómo se arrastra un caracol, observando cómo una flor crece, cómo una gota de lluvia resbala por el cuerpo de un ciempiés peludo, viendo aparecer un brote, regando las plantas, recogiendo las setas con agradecimiento y dando de comer a los pájaros. Los niños deben aprender a levantar la vista hacia el cielo de vez en cuando, como lo hacíamos nosotros cuando nos tumbábamos en la hierba que nos “picaba” y nos hacía cosquillas detrás de las piernas y de las orejas y nos imaginábamos que las nubes tenían forma de dinosaurios y de conejos” Catherine L’Ecuyer- Educar en el asombro

Hace unos días tuvimos la oportunidad de compartir un encuentro educativo en un entorno natural increíble con unas 300 familias en el Encuentro de Primavera por la Libre Educación. Entre muchas otras personas de gran calidad humana, conocimos a Yvonne Laborda, una madre que educa a sus hijos en el hogar y que tiene una forma de entender la educación y la crianza que llega al corazón de cualquiera. A través de su blog nos topamos con el calificativo “Trastorno por Déficit de Naturaleza”. Fue nombrado por primera vez por Richard Louv en su libro “Last Child in the Woods” y es algo sobre lo que muchos docentes llevamos un tiempo reflexionando de una forma seria y profunda. El hecho de que se le haya acuñado una etiqueta, nos ayuda a aunar fuerzas en torno a un mismo tema.
Tengo un recuerdo realmente especial de las excursiones que hacíamos al campo cuando estudiábamos en el colegio. La sensación de libertad y de autonomía no era comparable con la que se sentía en ningún otro momento. Todas las excursiones eran especiales, pero cuando íbamos a un museo o cualquier otro espacio “civilizado” los profesores transmitían cierta tensión, los límites estaban mucho más marcados. En las excursiones a la naturaleza podías sentir la libertad que te da estar fuera del campo de visión de un adulto controlador que evidentemente no aprobará que te subas al árbol al que estás subiendo, o que experimentes la sensación de saltar en un charco y empapar a los de al lado, o asomarte a una zona escarpada de vértigo…
Lo cierto es que las excursiones siguen siendo un momento especial para mí como profesor, pero parece que los alumnos las sienten de una manera muy diferente a como las sentía yo cuando era niño. La naturaleza les aburre (“¿Cuándo volvemos?”, “¿para qué hemos venido hasta aquí?”, “¿y para esto andamos tanto?”). La naturaleza es demasiado lenta para ellos, que están acostumbrados a gestionar más de veinte conversaciones a la vez a través de las cuatro o cinco redes sociales que manejan en su móvil mientras “hablan” con los amigos que en ese momento comparten con ellos el espacio-tiempo real.
Esa adicción a la velocidad y la hiperestimulación (no exclusiva de niños y adolescentes) está haciendo que el tiempo que pasamos en contacto con la naturaleza sea cada vez menor. Teniendo en cuenta que las ciudades y más aún las nuevas tecnologías son inventos de “hace dos días”, podremos entender que el ser humano aún no haya tenido tiempo para adaptarse a esta nueva situación, sino que somos seres hechos para vivir en el medio natural, tal y como asegura el profesor de psicología ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio Corraliza.
Los niños y adolescentes son especialmente sensibles a los desórdenes que provoca esta contradicción (seres adaptados a la naturaleza viviendo en ciudades). No sé si los profesores tenemos un papel muy relevante, ni si podremos luchar contra las pantallas que alejan a los niños de la naturaleza, pero propongo que hagamos un pequeño esfuerzo por cambiar las cosas.
  • Debemos abogar por un ritmo lento, paciente y sosegado. El ritmo de las escuelas es frenético. Dediquemos un tiempo a que los alumnos admiren cómo crece una planta en clase, a que la rieguen y la cuiden. Y ya de paso, que rieguen y cuiden las relaciones con sus compañeros. También podemos dedicar un tiempo a esto.
  • Dejemos que salgan al patio en todos los recreos, da igual si llueve o no, y no tengamos tanta prisa para empezar la siguiente clase después de este valiosísimo descanso.
  • Ampliemos el aula utilizando el patio y los espacios verdes cercanos al centro escolar tanto como podamos. Hay tantos estímulos ahí fuera para utilizar en TODAS las asignaturas… Aunque sólo sea por la riqueza que ofrece el camino del aula a nuestro “nuevo” espacio merece la pena.
  • Hagamos excursiones siempre que podamos. Las excursiones pueden ser gratis si las hacemos en transporte público y al campo, y ofrecen una oportunidad única para aprender infinidad de cosas que nunca ocurrirían en un aula. Parece que la Institución Libre de Enseñanza tenía esto más claro hace un siglo que las instituciones educativas actuales.
  • Construyamos un huerto escolar. Parece que esto es la actividad de moda en las escuelas infantiles pero, ¿qué pasa en primaria y secundaria?. Hay muchos niveles de complejidad en la construcción de un huerto y los aprendizajes pueden ser muy ricos. Lo mejor del huerto es que el ritmo lo marca la propia naturaleza.
  • Participemos en proyectos de jardinería de guerrilla tanto en el colegio como en el entorno próximo. Estos proyectos altruistas se encargan de rediseñar espacios abandonados convirtiéndolos en zonas ajardinadas. Busquemos esos espacios muertos en nuestro centro y démosles vida.
  • Utilicemos las TIC para que los alumnos salgan. Habituamente las tareas que damos a nuestros alumnos en ordenador son para buscar y procesar información en el propio ordenador. Debemos plantear problemas que les hagan buscar fuera del ordenador (“Crea una presentación con fotos que hagas de formas geométricas que encuentres en el patio”).
Parece que la gran cantidad de contenidos curriculares y la incorporación de las nuevas tecnologías les debían preparar para un futuro mejor. Y mientras, les robamos el tiempo para las relaciones calmadas, la contemplación de la naturaleza, la soledad en silencio o el juego libre. Recuperemos un ritmo lento, dejemos las pantallas a un lado por un rato. Haz que tus alumnos vuelvan a disfrutar de las excursiones al campo, que se sientan libres y que recuerden esos momentos como algo especial. Seguro que se te ocurren propuestas para luchar contra el “Trastorno por Déficit de Naturaleza” en la escuela. Te invito a que las pongas en marcha y las compartas con nosotros en los comentarios de esta entrada.
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06 octubre, 2015

¿Pues entonces de quién es la responsabilidad?

Como bien dice mi colega Chelui, y es que me lo ponen a huevo.


Una de las situaciones más habituales con las que me vengo encontrando en estos últimos tiempos es que amigos o conocidos me paren para preguntarme y charlar acerca de como va "mi vida de jubilado", que "si me acuerdo de la Escuela" y cosas semejantes.

Yo siempre contesto algo parecido a este juego de palabras: "me va estupendamente, ya que hago lo que siempre me ha gustado hacer pero ahora lo hago cuando me da la gana" y que de la Escuela claro que me tengo que acordar, ha sido mi vida y seguirá siéndolo siempre, por eso cuando me da la morriña me voy a la Pista a la hora del recreo, charlo con los niños y cambio impresiones con mis compañeros que no dejan de repetirme eso de "que buena vida llevo".

Pero quiero referirme ahora a una conversación de esas que me surgen por la calle, a bote pronto y que no quiero dejar pasar, ya que es de las que hacen pensar o reflexionar sobre como va la Educación en la actualidad.


Me decía un papá algo enfadado que venía irritado del cole porque había llevado a su niño por primera vez al comedor escolar para que "lo enseñaran a comer", ya que en la casa no comía de nada y no había forma de barajarlo, pero que las monitoras del comedor le decían que lo habían intentado de todas formas, pero que el niño hacía lo que quería, que no obedecía las instrucciones y lo que era peor, que no había forma de hacerle comer y que en definitiva, hacia lo que le daba la gana.
Él no comprendía que eso fuera así, me decía, ya que si las monitoras del comedor no sabían enseñar a comer, pues para qué estaban allí, ya que esa era su tarea.

Yo asistí estupefacto a sus quejas, pensando en lo de siempre; ¿qué es lo primero el huevo o la gallina?, ¿de quién es la responsabilidad de los hijos-niños de los Padres o de la Escuela?

Siempre he creído y cada vez más, que la tarea debe ser compartida y que los Padres, la Familia debe Educar ante todo, mientras que la Escuela tiene como función primordial la de Enseñar y después, también, la de Educar.

Familia y Escuela deben ir juntas, navegar en la misma dirección y tirar juntos del carro en el que viaja el Niño, ya que si no es así, estamos perdidos, acabaremos desorientados. Aunar esfuerzos siempre es más rentable que tirarse reproches, ya que de esos reproches siempre sale perdiendo el más indefenso, quien más lo necesita.

Esto que pueden parecer solo palabras, desde mi humilde opinión, es la clave del éxito educativo que hará posible que nuestros hijos se eduquen como personas responsables de ellos mismos y del mundo en el que viven. Ciudadanos libres que no se dejen manipular, críticos con lo que acontece y dispuestos a intervenir en su entorno con las acciones necesarias de modo que ayuden a mejorarlo o más aún, contribuir a salvarlo.

¿A que este mundo está necesitado de personas así?

Animo entonces a aunar esfuerzos para que así sea.

09 enero, 2011

No cabe un tonto más... digo yo también.


En esta ocasión, y desde mi modesto punto de vista, ha estado sembrado y ha puestos los dedos en las llagas de la cuestión.
Titula El Gran Arturo su artículo semanal así: "No cabe ni un tonto más". Hace unos días, algunos asistimos atónitos primero y rabiosos después al bochornoso espectáculo. Lean, piensen, imaginen y si les apetece... OPINEN.

Sin más, les pego ahora el articulillo:

05 diciembre, 2010

La mina: historia de una montaña sagrada



Impotencia, rabia, desesperación... ¿qué nos queda por ver?, ¿qué podemos hacer? Si te apetece, no dudes en dejar tu comentario.

Otro tipo de maltrato del que pocos hablan

En el XL Semanal del 5 de diciembre de de 2010, he encontrado este sabroso artículo de Carmen Posadas, que aunque escrito poniendo el acento en la familia, tiene una exacta extrapolación, desde mi punto de vista a los centros educativos. Basta con sustituir donde se hace referencia a los progenitores, por el paralelo término de profesores y la luz se traslada fácilmente del ámbito familiar al escolar.

Dice el citado artículo muchas otras verdades como puños, al menos desde mi punto de vista. Yo voy a destacar, con el permiso de ustedes, las que transcribo a continuación:

"...Los casos de hijos que maltratan a sus progenitores...no han hecho más que aumentar... Cada vez es mayor el número de adolescentes que agreden a uno o a ambos de sus progenitores..."
"...Este tipo de relación (permisiva) se caracteriza por establecerse en un plano de igualdad con los hijos, uno en el que las reglas no se imponen, sino que se 'negocian', lo que hace que se borre la jerarquía y los roles, se trata de esos padres que intentan ser amigos de sus hijos..."
"...La tentación será convertirte, más que en madre/padre, en colega de tus hijos. No lo hagas. Tus hijos te necesitan como referente, no como amigo, no estáis en planos iguales..."
"...La gente cree que la educación empieza a los cuatro años, más o menos, porque antes los niños no entienden y les da pena regañarles, pero la educación empieza desde el minuto que vienen al mundo; desde entonces hay que poner límites y reglas..."
"Si pones límites con cariño, pero con firmeza, cuando son muy pequeños, no tendrás que ponerlos cuando sean grandes..."

Hagamos ahora el juego mencionado de extrapolación de términos del ámbito familiar al escolar y veamos el resultado:

"...Los casos de alumnos que maltratan a sus profesores...no han hecho más que aumentar... Cada vez es mayor el número de adolescentes que agreden a uno o a varios de sus profesores..."
"...Este tipo de relación (permisiva) se caracteriza por establecerse en un plano de igualdad con los alumnos, uno en el que las reglas no se imponen, sino que se 'negocian', lo que hace que se borre la jerarquía y los roles, se trata de esos profesores que intentan ser amigos de sus alumnos..."
"...La tentación será convertirte, más que en profesor/profesora, en colega de tus alumnos. No lo hagas. Tus alumnos te necesitan como referente, no como amigo, no estáis en planos iguales..."
"...La gente cree que la educación empieza a los cuatro años, más o menos, porque antes los alumnos no entienden y les da pena regañarles, pero la educación empieza desde el minuto que vienen al centro; desde entonces hay que ponerles límites y reglas..."
"Si pones límites con cariño, pero con firmeza, cuando son muy pequeños, no tendrás que ponerlos cuando sean grandes..."

Interesante este juego de la extrapolación y más interesante aún el texto que ha salido como resultado.

27 septiembre, 2010

Mi jefe es demasiado blando.



Excelente artículo sobre el liderazgo aparecido en El País, en su sección Psicología. FRANCESC MIRALLES 27/06/2010

“Un empleado con un jefe blando debe hacer lo que su superior no hace: pedirle liderazgo y conseguir compromisos”

En el cliché del dirigente a temer se suele mostrar la personalidad autoritaria, que no atiende a razones y carga todas las culpas sobre sus subordinados. Sin embargo, ese no es el perfil más nocivo. Hay algo aún peor que tener un jefe exigente e inflexible: sufrir un líder blando que quiere contentar a todos y, por lo tanto, no toma decisiones ni es justo con sus empleados.
El diplomático resulta muy agradable al principio, pero cuando llegan los conflictos, su equipo queda indefenso debido a su falta de liderazgo. Detrás de su aparente moderación y timidez hay una persona que no se moja porque tiene miedo de equivocarse o de ganarse enemigos. Este perfil tan común en algunas empresas huye de los valores de la autoridad tradicional, pero a cambio ofrece más problemas que soluciones.

El líder clásico
“Los diplomáticos solo son útiles cuando hace buen tiempo. Cuando empieza a llover, se ahogan con cada gota”
(Charles de Gaulle)
Que hayamos superado el modelo de jefe déspota y jerárquico no significa que no debamos rescatar algunas de sus virtudes, ya que toda nave debe ser capitaneada si quiere llegar a puerto.
Según la recordada Mercè Sala, que dirigió Renfe y el metro de Barcelona, el líder clásico se caracteriza por la toma de decisiones y la resolución de problemas. Antepone las necesidades de la organización a las de los empleados y se apoya en determinadas reglas que hace cumplir a su equipo. En cierto modo, representa la autoridad patriarcal llevada al mundo de la empresa.
En el siglo XXI, en muchas organizaciones esta figura ha sido sustituida por el gestor sin carisma que hace su trabajo y rehúye los problemas. Muchos empleados se desesperan porque su jefe nunca se define e intenta quedar bien con todo el mundo, mientras se acumulan los problemas y las injusticias. Este líder blando puede acabar haciendo más daño que el líder duro y autoritario.
En su libro El encanto de Hamelín, Mercè Sala cuestiona así este tipo de liderazgo: “Cuando una organización está muy burocratizada existe la tendencia a no tomar decisiones por miedo a equivocarse. En esta clase de empresa ya no hay un líder que dirija, sino un administrador que sigue la normativa al pie de la letra y es incapaz de detectar los problemas. Por este motivo predomina la ineficacia. (...) Un líder de verdad debe tener el estómago fuerte; liderar no es un plato apto para aquellos que tienen miedo a equivocarse o a crearse enemigos; tampoco lo es para aquellos que necesitan pruebas definitivas antes de tomar una decisión”.
Los daños colaterales de esta clase de dirección son:
• Apatía de los empleados, que se sienten parte de una maquinaria gris donde todo funciona por inercia y cualquier propuesta caerá en saco roto.
• Frustración por la desidia de la empresa ante problemas que se podrían solucionar fácilmente y que se enquistan.
• Fricciones dentro del mismo equipo, que se ve obligado a autogestionarse, con lo que se imponen los caracteres más dominantes y, a menudo, tiránicos.
• Sentimiento de inutilidad y de pérdida de tiempo, lo que conduce a aplicar la ley del mínimo esfuerzo.

El líder blando
“Nunca se debe permitir que continúen los problemas para evitar un conflicto, puesto que no se evita, solo se retrasa por hacerse más grande” (Maquiavelo)
Las personas que trabajan en esta clase de entorno laboral se sienten desorientadas y sin motivación. Haciendo un símil con un equipo de fútbol, el entrenador blando sería aquel que no logra imponer una idea de juego, con lo que el equipo se arrastra por el campo a la espera de que un golpe de fortuna haga entrar la pelota. Quien no sabe “a qué juega” tampoco sabrá gestionar las diferencias entre los jugadores, con lo cual en el vestuario acaba mandando la mafia de los más fuertes. Resultado: fracaso asegurado para todos.
Sin recurrir al modelo autoritario, el liderazgo efectivo es el que ejerce el entrenador que dirige así a su equipo:
• Transmite unos objetivos comunes y un estilo claro que da identidad.
• Escucha a cada uno de los jugadores y se asegura de que entienden el funcionamiento del sistema. Aprovecha sus virtudes individuales para el juego colectivo.
• Actúa de juez ante cualquier conflicto que se desata en el grupo y procura que no salga del vestuario.
• Cuando uno de los jugadores es irrecuperable y lastra el rendimiento general, lo aparta para que no intoxique el tono general del equipo.
Pero si nos toca en suerte un líder blando tendremos que buscar cómo sobrevivir. El consultor especializado en recursos humanos Roberto Debayle sugiere lo siguiente ante el jefe que evita el conflicto a cualquier riesgo y no se moja: “Mi recomendación para un empleado con esta clase de jefe es que haga lo que su superior no hace: pedirle verbalmente el liderazgo que necesita y conseguir compromisos por escrito, si es una persona poco asertiva a la hora de dialogar”.
Si nos dirigimos a él o ella con tacto y nuestro discurso es razonable reaccionará con moderado agradecimiento, además de con cierta sorpresa. Dado que su principal preocupación es conservar el puesto, hará los movimientos necesarios para corregir los defectos de su gestión para poder proseguir su silencioso liderazgo.

Cinco jefes indeseables
“Es más temible un ejército de cien corderos guiado por un
león que un ejército de cien leones guiado por un cordero”
(Charles Maurice)
 La consultoría Otto Walter realizó hace unos años una encuesta entre más de 750 profesionales de nuestro país para que calificaran a sus directivos. Entre los modelos de líder más criticados estaban los siguientes:
1. El irrespetuoso y prepotente. Tiene los peores vicios del jefe tradicional. Es aquel que humilla a sus empleados en público, se expresa a gritos y es vanidoso. Esta clase de dirigente consigue mantener el orden, pero no inspira ni motiva a sus subordinados.
2. El que no escucha. Bastante común. No se puede dialogar con él o ella porque solo se escucha a sí mismo. A menudo vive las aportaciones de su equipo como un peligro para su gestión.
3. El que es incapaz de apoyar a su equipo. Por miedo o por falta de personalidad, da la espalda a sus empleados cuando los debe defender ante un superior o un cliente. Esta actitud crea un gran sentimiento de desazón en la plantilla.
4. El que se cierra en su despacho. No le gusta relacionarse con los empleados y, cuando habla, parece que lo haga en otro idioma. Vive en un mundo de cifras o abstractos objetivos, lejos de la realidad de su equipo.
5. El que no sabe lo que quiere. Depredador terrible para el equilibrio psicológico de su gente, el líder que cambia constantemente de opinión o no da instrucciones claras arrastra a los suyos hacia una deriva que es peor que el “ordeno y mando”.
Entre estos modelos negativos, aunque el primero parece el menos dañino, no se adecua en absoluto a las necesidades de nuestros tiempos, en los que los equipos necesitan maniobrar con creatividad y autonomía ante los cambios.
Pedro Padilla, que ha dirigido la corporación Televisión Azteca, hace al respecto la siguiente reflexión: “Más que duro o blando con sus empleados, deberíamos hablar del líder justo o injusto. No sirve de nada un líder blando, pero injusto; a la mayoría de los empleados no les importa que su líder sea duro, siempre que proceda con justicia y dé a cada uno lo que le corresponde”.
Tal vez ahí esté la clave: actuar con justicia y reconocer los méritos de los demás puede bastar para, una vez fijado el objetivo común, volar todos en la misma dirección.
Esa es una lección que no solo deberían aplicarse los jefes y jefas con asalariados. También los padres deben ejercer una autoridad motivadora e inteligente con sus hijos, por no hablar del difícil ejercicio de gobernarse cada uno. A la hora de ser justos y de detectar los problemas hay que empezar por uno mismo.

¿Sumisos o combativos?

“Padres, maestros y hombres de negocios han conspirado inconscientemente para producir un país de tímidos. En la infancia muchos padres censuran a los hijos que se atreven a defender sus derechos. Los maestros premian a los estudiantes que no discuten el sistema educativo y tratan con dureza a los que lo cuestionan. Todo empleado aprende, al empezar su carrera, que si protesta no es probable que reciba un aumento o un ascenso. Después, esta actitud se extiende a la vida familiar y social”. Herbert Fensterheim, No diga sí cuando quiera decir no.

Para líderes eficaces

1. Libros
• ‘No diga sí cuando quiera decir no’, de Herbert Fensterheim y Jean Baer (DeBolsillo).
• ‘El encanto de Hamelín’, de Mercè Sala (Alienta).
2. Películas
• ‘El club de los poetas muertos’, de Peter Weir (Walt Disney).
• ‘Los indiferentes’, de Francesco Maselli (CristalDFilm).
 

15 julio, 2010

¡Si esto lo pillaran los americanos!


Esta expresión la repito con harta frecuencia,
cada vez que me encuentro con un lugar histórico degradado, un retazo de nuestra historia que está malherido por el abandono, maloliente y con los días contados, lo más probable, muestra de esta inconsciencia cultural y de ese sopor que nos mantiene adormecidos y solamente ávidos del "Pan y Circo de la Roja Vencedora".

De todo lo anterior traigo muestras variadas, surtidas, evidentes y recientes, grabadas en mi mente obtenidas en el recién finalizado Camino Portugués a Santiago.
¡Anda que nuestros amigos y vecinos lusos, también tienen lo suyo!
En fin, de lástima y de pena...


Como anillo al dedo, viene, pues, el último articulo de mi admirado Arturito publicado en su sección "Patente de Corso" y que sin más pego ahora:

21 febrero, 2010

Final Carnaval de Cádiz 2010: Comparsa "Medio siglo" - 1º PASODOBLE "PROFESOR"

 

Pues creo que el mejor homenaje que, como maestros, podemos hacer a esta comparsa al haberse acordado de nosotros, es copiar la letra completa y darles las gracias de corazón.

"Profesor quiero ser tu voz que está pidiendo que te respeten que es necesarioooo,
que ahora en los colegios ayyy son todo un calvario,
se pasó del permiso para putearlos al insulto y hasta amenazarlos y las pandillas solo estan pensando en putearlos, en putearlos, que queda guapo grabarlo en el móvil para irlo pasandoooo.

No se te ocurra reprenderles, ellos no merecen por nada un castigo,
sus padres están para defenderles, sus padres son el enemigo,
que se protege a los menores, hacer lo que les de la gana,
yo grito a quien le corresponde que estos son los hombreeeeeeeeeeeeeeeesss,
de mañanaaaaaaaaaaaaaa.

Vaya mierda de gobierno que se olvida de los profesores,
y que vende como un gran progreso que a los niños dan ordenadores,
pues yo aprendí con la libreta y con la ayuda del maestro,
y el cate que algún día me dieran y que me merecieraaaaaaaaaaa,
hoy lo agradezcoooooooooo."

Mi blog se nutre de tus comentarios que siempre son de agradecer.
Si te animas, puedes hacerlo en "Publicar un Comentario".
Gracias.