Dedicado a mi María.
A Eva y Antonio, los dos "alpujarradictos", que me siguen en mi manía.
A toda la gente que vive y siente la Alpujarra en sus adentros.
Siiii..., (lo puedo decir más alto, pero no más claro), soy "alpujarradictoooo...", vamos adicto a la Alpujarra.
Cada vez me gusta más regodearme e impregnarme (física y mentalmente) con los sencillos y bellos matices que la Madre Naturaleza ha regalado a esta bendita tierra Alpujarreña… disfrutar de sus asombrosos, luminosos y espectaculares paisajes… caminar, hoyando y vagando por sus ancestrales senderos... siempre a la búsqueda de alguna ondina legendaria, pequeña y bella habitante del fondo de algún río, riachuelo, arroyo, regato, acequia, alberca, nacimiento, fuente, surgencia, abrevadero, chorrerón, balate o poza (profunda, insondable, misteriosa…).