Muchos han sido los pasos dados por la Alpujarra, siguiendo la huella del Rey Chico, marcando la Ruta de Boabdil. También se ha llevado sus buenos alpargatazos el diseño del circuito de senderismo encargado por la Diputación de Granada para conmemorar el 450 Aniversario del Levantamiento de los Moriscos. Tiempo y esfuerzo invertido en recorrer, conocer, disfrutar y soñar la Alpujarra, llegando a la conclusión de que, como suele ocurrir con lo maravilloso para el hombre, cuando más la conoces y te acercas, más te atrae y te llama, una llamada inexplicable que te hace pensar que pronto has de volver, en la seguridad de que encontrarás un paisaje nuevo, una vista desconocida, una anécdota sorprendente, una refrescante fuente donde no la esperas, un árbol majestuoso, una leyenda que aparece inesperada, una acequia generosa, una anécdota cariñosa con su gente.
En ese ánimo, traigo a colación la bibliografía mínima que hay que llevar en las alforjas como equipaje de mano, a propuesta de mi amigo y compañero de andanzas alpujarreñas, Antonio Gómez, y que me atrevo a recomendar a todos los que quieran acercarse a visitar comprendiendo a la Alpujarra.
En primer lugar, en sitio de honor, está el libro de Pedro Antonio de Alarcón: "La Alpujarra (sesenta leguas a caballo, precedidas de 6 a diligencia)". Esta publicación es el mayor referente y de lectura obligada para hacer un buen acercamiento al ser alpujarreño.
Y luego, se pueden encontrar multitud de libros, publicaciones y artículos sobre el tema de la Alpujarra, pero recomiendo estos tres libros que me han dejado una profunda huella:
- "Crónicas de la Alpujarra (para no pasarse tres pueblos)", de Andrés Cárdenas.
- "El País perdido. La Alpujarra en la guerra morisca", de Justo Navarro.
- "La Alpujarra en caballos de vapor", de Eduardo Castro.
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