Mi prima Obdulia y el rey Gaspar, desconozco el nombre de la muñeca. (¿1958?) |
A mi hermana Patro, claro: muñecas, carricoches, utensilios de cocinicas, de peluquería y vestidicos, en fin cosas de niños para los niños y cosas de niñas para las niñas. En aquellos entonces no se conocían palabras como juguetes belicistas, sexistas, machistas, ni demás zarandajas, es lo que había y hemos salido normales y buena gente la mayoría, vamos, creo yo.
En relación con los Reyes Magos, traigo dos textos que me han llegado de las redes sociales y que me gusta poner aquí, en este nuestro porche, para que no se me pierdan.
SEIS DE ENERO
(Un día de Reyes contenido en el libro MI ALBAICÍN, de Antonio Monleón Anguita)
Una noche de enero de hace muchos años escuché tintinear los cristales del balcón. Presté atención, escuché cómo se abrían los batientes y cómo se movían las sillas del comedor. Después me quedé dormido. Cuando me levanté por la mañana y se lo conté a mi madre me dijo que habían sido los Reyes. Yo no entendía cómo habían subido hasta un segundo piso ni mi madre me lo aclaró, pero debió ser verdad, porque encima de una silla encontré las tres cosas que les había pedido por carta: una pistola de plástico con su funda y su correa, una pelota de goma y un libro de cuentos con maravillosas ilustraciones en color, Alí Babá y los 40 ladrones. Durante algunos años seguí escribiendo mi carta y escuchando la noche del cinco de enero a los Reyes Magos trepar por mi balcón, trastear en los cristales y mover las sillas del comedor, y aunque mi deseo por verlos era muy grande, nunca me atreví a levantarme de la cama, porque en el fondo pensaba que todo aquello era muy raro y no quería que la curiosidad matara mi ilusión.
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UNA VEZ VI A LOS REYES MAGOS
(Texto que viaja por las redes sociales, va y viene, vuelve a irse y después vuelve otra vez.)
No eran tres, eran dos y eran los mejores reyes magos que vi en mi vida... nunca los olvidaré 🙏🏻
Siempre se las arreglaban para que hubiera algo en los zapatos, lo mínimo, lo que fuera, pero siempre había algo.
Aunque no tuvieran nada, ellos lograban que hubiera lo que para tí era todo.
Al tercero nunca lo vi, pero seguro que lo dejaban cuidando los camellos.
Seguro que tú también los viste y sabes quiénes son.
Si dejaste de creer, si esta noche no has puesto los zapatos, ni la comida, ni el agua... acércate a tus reyes y dales un beso en la frente.
Y si no los tienes cerca, recuerda que desde el cielo siguen viajando para seguir entregando ilusiones y sonrisas...
Agradece esa herencia, porque ahora te has convertido en rey y en mago.
Y lo mejor que puedes dejar a tus hijos es esa magia que los convertirá (a ellos también) en reyes y en magos….
Y tal vez, dentro de unos años, recibas ese beso en la frente y así será hasta el fin de los tiempos…
¡¡ Feliz Día de Reyes!! 😘😘😘
(Estaría bien que en comentarios dejaras alguno de tus recuerdos del Día de los Reyes, sería de agradecer.)
2 comentarios:
Soy la de la foto y como todos los de mi generación y de mi barrio, teníamos más o menos los mismos posibles, o sea que los regalos eran uno o dos y solamente en Reyes. No era como ahora, que los niños tienen de todo y demasiado, pero bueno, son otros tiempos.
De este día de Reyes recuerdo como si lo estuviera viviendo ahora una anécdota: yo tendría 9 o 10 años. Mi madre y mi hermana mayor Mariluz estaban poniendo en la silla en mi lado de la cama ( no había mesita de noche) mi regalo. Yo quería una muñeca de las de "carne". Esas eran muy caras, así que vino la que los Reyes me trajeron. Yo no dormía esperando, y mi hermana se dio cuenta y le dijo a mi madre: la Obdulia está despierta. Automáticamente cerré los ojos, me quedé muy quieta y se lo creyeron.
Me tiré toda la noche acariciando mi muñeca.
Al día siguiente, como todos los años, con un frío que nos subía por las piernas arriba, entonces no había pantalones ni leotardos, pero allí íbamos todas las amiguitas a jugar con nuestros juguetes más felices que las perdices.
Que bonito revivir esa noche yo era la más pequeña de la familia me sentía tan arropada por mis hermanos y mis primas gracias por tan buenos recuerdos que guardo en mi corazón
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