Ayer, martes, 25 de enero de 2022, se inauguró el nuevo gran puente que, sobre el arroyo Milano, une la carretera de Villanueva Mesía a Huétor Tájar.
Sin lugar a dudas es una excelente obra que ha venido a mejorar el viejo puente anterior, testigo de inundaciones y aislamientos. Es momento de congratularse y reconocer el esfuerzo de instituciones, expertos y operarios. Los vecinos y usuarios estamos contentos y felices por el nuevo servicio que a partir de ahora vamos a disfrutar. El viejo puente ha muerto, viva el nuevo puente.
Al hilo de esta celebrada inauguración me viene a la cabeza una reflexión que me apetece tenga su sitio en este "porche".
Si bien, es verdad que el puente no estaba entre mis prioridades de necesidad como vecino de Villanueva Mesía, tengo que dar gracias por él. Una mejora, objetivamente, siempre lo es. Claro que eso no quita para que al hilo de lo anterior, comente mis sensaciones sobre las que han sido y son mis prioridades acuciantes desde hace ya muchos años y que básicamente son las que siguen:
1. La necesidad de depuración de las aguas que se vierten al río Genil. Es mi ilusión y esperanza, el poder volver a ver las aguas del Genil, tal y como las conocí en mi infancia: un rio de aguas limpias y cristalinas, en las que uno podía bañarse y beber de sus fuentecillas. Parece ser que eso va a ser algo lento y trabajoso, pero se viene trabajando en ello, de tal forma que a medio-corto plazo, en Huétor Tájar se va a instalar una depuradora que tratará integralmente las aguas residuales de Villanueva Mesía y Huétor Tájar, para luego ser devueltas al rio una vez depuradas. Si Dios quiere, cuando dicha magna y vital obra se termine, espero poder asistir a su inauguración. Ese día seguro que me sentiré inmensamente feliz.
2. Mi otra gran prioridad, debo reconocer tiene su punto de egoísta, y es la, para mí, acuciante necesidad de una Residencia de Ancianos o, como se dice ahora modernamente, de la Tercera Edad. Siento que, inexorablemente, se va acercando el momento, que antes veía lejano, de hacer uso de ese servicio asistencial de primer orden. Y en Villanueva Mesía no hay residencia, solar o proyecto para hacerla, ni siquiera aires y atisbo de que la haya. Tenemos guardería, escuela de infantil, de primaria y primer ciclo de secundaria, buen acceso al instituto y a la universidad; hay un centro de salud y un buen servicio de asistencia social para los mayores; y hasta disponemos de un espléndido tanatorio. Iglesia, buenas comunicaciones, espacios para el bienestar social: centro cultural, plazas, parques, jardines, polideportivo con piscina olímpica, campo de fútbol de césped artificial, pabellón, paseos, senderos, etc... Pero, no tenemos Residencia de Ancianos. Si lanzamos un vistazo a otros pueblos vecinos de nuestro entorno, todos sin excepción tienen la suya, más grande o más pequeña, con menos o más plazas, pero la tienen. ¿Por qué Villanueva Mesía no tiene la suya o siquiera visos de poder tenerla?
Reflexionando sobre el futuro que se viene encima. |
1 comentario:
Efectivamente, es una carencia que debería solucionarse por mil razones, pero la más evidente es que existe la necesidad. De mayor o menor tamaño, pero debería haberla, Luis. Coincido contigo y admiro tu postura valiente al decirlo sin tapujos: vamos a necesitar residencias o nos costará la vida. Un abrazo, amigo, y que la necesidad no apremie, que prisa tampoco tenemos.
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