Caminar por la Ruta Periurbana de Villanueva Mesía, y en concreto por el tramo por el que estaba la línea Granada - Sevilla, por desgracia hoy en día desaparecida, es un auténtico placer en estos aciagos días de confinamiento y pandemia.
Todos los días son de aprender y desde un principio me llamaron la atención las señales de piedra que en los laterales de la vía férrea se desplegaban para informar al maquinista puntualmente, haciendo que su conducción fuese lo más segura posible.
Hoy, esos viejos vestigios de un pasado que solamente quedan en la memoria de los mayores malenos, aún pueden verse, hitos de piedra, parecidos a dólmenes ferroviarios, que fotográficamente rescato.
Juanma, "El Carrero", fuertemente ligado al tren por vínculos familiares, también ha puesto su granito de arena en cuanto a la investigación de la utilidad que las mencionadas señales tenían.
Paseando dirección Huétor Tájar (Sevilla) hacia Villanueva Mesía y Tocón (Granada), podemos encontrarnos dos tipos de señales:
- Señales de Situación, que indicaban los kilómetros y hectómetros del punto en el que se encuentran enclavadas. En la dirección Sevilla - Granada, los hectómetros pares caían a la derecha, mientras que a la izquierda se sitúan los impares.
- Señales de Pendiente, que indicaban al maquinista una información valiosísima, tal y como, en milímetros la pendiente del terreno, si era ascendente o descendente y por último los metros del tramo que estaba sometido esa pendiente marcada.
La interpretación de las Señales de Pendiente, es algo más compleja.
Lo primero que hay que señalar es que las dos caras de la señal NO son iguales, ya que los datos que se muestran son el porcentaje de la pendiente, si es ascendente/descendente y la longitud del tramo a la que se le aplica. Lógicamente, las dos caras tienen que variar.
Esta Señal de Pendiente, nos dice que estamos ante una rampa subiendo de 7,9 º/ºº mm durante 420 m. |
La misma Señal de Pendiente anterior, en su otra cara, nos indica que estamos ante una rampa descendente de 4,7 º/ºº mm en un tramo de 420 m . |
Aún me queda la esperanza, aunque pequeñita por desgracia, de que alguna vez se pueda volver a coger el tren en Villanueva Mesía, en lugar de únicamente limitarnos a verlo pasar raudo y veloz, inalcanzable, convencido de que el acceso al tren es la mejor forma de abandonar los coches y la contaminación que traen consigo, una forma excelente para hacer que la vida en este nuestro degradado y maltratado planeta Tierra sea cada vez mejor y más sostenible.
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