Hoy, 23 de abril, San Jorge, se celebra el Día del Libro. Ayer, 22 de abril, se celebró el Día de la Tierra.
Creo que todos los días son buenos para ponerse a leer un libro, lo mismo que deben ser adecuados para acordarse de respetar a nuestra Madre Tierra.
Los intereses comerciales, mueven nuestro mundo, muchas veces, lo que menos importa es lo importante y todo se queda en el frágil celofán que envuelve las celebraciones, mucho brillo y parafernalia, y ya está. Pronto todo pasa al cajón del olvido.
Se me ocurre que no quiero dejar pasar la ocasión de combinar las dos celebraciones, una magnífica oportunidad la que se me ofrece de poder rendir homenaje al planeta, a través de un libro.
El año 2021, formará parte de nuestra memoria histórica. Nadie podrá olvidar que este año fue el de la Pandemia del Covid. Espero y deseo fervientemente que también sea el año en el que se venza definitivamente al virus, en el que la ciencia, a través de las vacunas ponga luz al final del túnel.
En todo este tiempo de encierros, he tenido la suerte de encontrar desahogo y relajamiento, conectando con la Madre Tierra a través de largos paseos y caminatas por los alrededores de mi casa. Muestra de ello, ha sido el alumbramiento de las que he denominado Rutas del Confinamiento.
Del mismo modo, el otro gran soporte vital, ha sido la lectura, el encuentro con multitud de libros, que han acrecentado más que nunca la pasión por el hecho de leer. Ocupar el tiempo de ocio, el tiempo de encierro, sintiendo la suave brisa que se cuela por la ventana que de par en par nos abre el libro.
Y ahora viene la pirueta para unir las dos celebraciones en una...
Últimamente, ha caído en mis manos uno de los mejores libros que he leído nunca y que ya desde este momento animo a su lectura. Se trata del libro de Joaquín Araujo, "Los árboles te enseñarán a ver el bosque.".
Un libro, al que prologué de la siguiente forma:
Hay quien ama y lucha por los árboles. Hay quien, sibilinamente, los mata. Vivo con el deseo de que, irremediablemente, aprendamos a ver y querer al bosque. Seguro que este libro nos ayudará.
Desde la portada, viene este libro enseñando. Y atalantando...
Dejo ahora algunos párrafos que me impactaron sobremanera:
- Descansar es pararse un rato bajo un árbol.
- Me gusta apoyar la mano en el tronco de un árbol, no para asegurarme de su existencia, sino de la mía. (Christian Bobin)
- Ponerle el nombre de una persona a un árbol, conduce a que cada vez que me acerco a ese árbol o arboleda, recuerde a esa persona, ya que uno más de los regalos que nos hacen estos gigantes erguidos es sostener la memoria que siempre tienen a ser más escasa cada día que pasa.
- En realidad, somos un bosque que un día se bajó de las ramas y se echó a andar.
- Un árbol es agua erguida que come luz y produce futuros. Para conseguirlo, no domina, ni explota, ni acapara. Todo lo contrario, pacta. La amistad es lo realmente esencial en este mundo. Infinitamente más que la discordia y la dominancia.
- No podemos defender el bosque solo plantando árboles. Además, tenemos que gastar la menor cantidad posible de energía, limitando el consumo de lo superfluo. Caminando y pedaleando. Comiendo menos carne y siempre que sea posible productos de cercanía y temporada. Mantener el esplendor de Vida que tanto necesitamos, pasa por necesitar solo lo necesario, usando la AUSTERIDAD.
- La lluvia: Que todo al mismo tiempo, esté lavado y comience a relucir como si acabara de ser estrenado por la Vida, suma euforia a mis ojos, oídos y pulmones. Cuando llueve en el bosque es que la fertilidad va a ser fertilizada y por tanto todos nosotros. Cuando llueve puedes recibir esta magistral lección si te lanzas a las afueras, en lugar de adentrarte en nuestros cubiles con techo.
- En estos momentos en los que necesitamos enfrentarnos al cambio climático, resulta todavía más oportuna la presencia de árboles en todas partes y con todos los motivos posibles, entre los que, sin duda, uno de los más hermosos es que sean últimas moradas de nuestros seres queridos.
Y muchas sabias perlas más nos regala este hermoso libro, tales como este bello poema con el que finalizo animando, una vez más a su lectura.
ELIJO ELEGIR
No hay comentarios:
Publicar un comentario