Todo está conectado.
La universal energía fluye uniendo espacios y tiempos.
Mientras te ilusionabas con seguir la Ruta de Boabdil, este libro hizo acto de presencia.
¿Casualidad?
Gorafe, Miércoles al Sol, 14 de Diciembre de 2016.
Al Gómez, soñador de rutas, de tus amigos de viaje.
La universal energía fluye uniendo espacios y tiempos.
Mientras te ilusionabas con seguir la Ruta de Boabdil, este libro hizo acto de presencia.
¿Casualidad?
Gorafe, Miércoles al Sol, 14 de Diciembre de 2016.
Al Gómez, soñador de rutas, de tus amigos de viaje.
La lectura de este libro de Antonio Enrique, "Boabdil: el príncipe del día y de la noche", es intensa, se aprende bien y mucho, es denso y sobre todo sirve para encajar muchas piezas que permanecían sueltas en mi cabeza, mezclando sultanes, acontecimientos y lugares. Pues para poner todo en su sitio es genial y ayuda enormemente. Es fuente profunda de expresiones antiguas, andalusíes y en la actualidad por desgracia desaparecidas, la mayoría de las veces hilvanadas en un lenguaje poético que arropa muy bien la trama que desarrolla.
Por supuesto, recomiendo, muy mucho, su lectura.
Muestra de ello es el siguiente esquema que resume estupendamente la "Línea sucesoria de la Dinastía Nazarí", de un solo vistazo, poniendo a cada Muhámmad, Yusuf e Ismail en su sitio y correcto lugar. Y es que algunos fueron de quita y pon, gobernaron hasta dos veces, y claro, eso lo complica todo y el lio está más que asegurado.
De antemano, gracias al autor M.A. Ladero y Quesada.
También permite acercarse a la historia de la familia de Boabdil, que no deja de ser el acontecer de nuestros antepasados andalusíes, muchas veces desvirtuado, menospreciado e incluso manipulado, de tal manera que al final los buenos no eran tan buenos y los malos tampoco lo eran tanto: "En todas las casas, de moros y cristianos, se cuecen habas y en la mía a calderadas."
Me tomo, a continuación, la libertad de copiar y comentar algunos párrafos que me han llamado la atención, por una razón u otra, y por ese motivo me apetece destacarlos:
- Dice lo siguiente cuando murió Muhámmad V, el Sabio, el Grande: "Pero es cierto también que los pájaros le buscaron al sentir su ausencia. Porque nunca se les vio tanto entrar y salir por todas las estancias de palacio." Cierro los ojos y rememoro la imagen de una multitud de golondrinas, vencejos y de aviones que incansables e incesantemente vuelan, chillando, haciendo vertiginosas piruetas en el Patio de Los Leones. Acto seguido, sincera y simplemente me emociono con el recuerdo.
- La historia de lo acontecido entre moros y cristianos en la fuente del Malamuerzo en Moclín, en la Última Frontera, y que en diferentes ocasiones he escuchado y también contado con otros matices, de otra manera, por eso copio ahora la que en este libro se cuenta que me parece versión más fiable y real, y que dice así:
"Era la frontera un hervor de mercaderes y alfaqueques y un ir y venir de los hombres de rastro siguiendo las huellas de quienes pasaban de un lado a otro huyendo de sus delitos en una y otra parte. Como el aire que está calmo y de pronto se mueve en torbellinos súbitos, así corrió la sangre en escaramuzas inútiles y cruentas. Un hijo del señor de Aguilar, desoyendo a su padre, pasó a tierras de Moclín y Colomera para represaliar a los nazaríes que había irrumpido por Alcalá para raziarla. Unos veinte caballeros eran, allá por la primavera de 1424. Los mandaba este hijo impetuoso de don Alfonso de Aguilar, Pedro. Se pararon a almorzar en una fuente que hay a la bajada de Moclín, en un bivio de sustanciales aguas, camino de Alcalá Yahsub o Benzaide. Los atacaron por todos los sitios a la vez; llegar no los vieron, como que habían avanzado a rastras. La cabeza de don Pedro fue alzada sobre una pica en lo alto de una almena de Moclín, Muclín, que es de las fortalezas más recias del sultanato. Dos peones, que habían conseguido escapar metiéndose entre los matojos, llevaron la noticia al padre. Y viósele a don Alfonso, que era hombre de mucha honra, pálido y temblequeante, de negro raso ataviado, ir sumisamente a por la cabeza de su hijo. La cual ya no estaba en Moclín, enviada en un barril de salazón como presente al Zurdo. Lo que sí estaba era el cuerpo descabezado, al que se le comenzaban a ver las costillas, de tan mondo. Con él envuelto en un lienzo y este en una lona de urdimbre recia, se puso en Granada. Nadie le pidió salvodonducto, a tal punto imponía respeto aquel hombre grave, de barbas blanca contra el jubón negro. No se sosegaría hasta ponerle al cuerpo la cabeza corroída sobre los hombros, lo que hizo sin verter una lágrima. Muhámmad el Zurdo, horrorizado por la decapitación, pero conmovido por el silencioso dolor de tan digno padre, le besó y lo abrazó a nuestra usanza. La cabeza la sacaron de un cofre, cubierto con un tapete lavado en esencias para evitar las miasmas. Don Alfonso, al recibirla, se dobló como quien es golpeado en el estómago. No hubo palabras. Marchó a Córdoba con los despojos, que depositó en la iglesia templaria de San Hipólito. Aquella fuente entre Moclín y Alcalá se la llamó del Malalmuerzo desde entonces. Y así era la vida, cuando no en un sitio, en otro"
- Y también, al comentar este provechoso libro, irremediablemente me acuerdo de nuestra épica "Ruta de Boabdil: siguiendo sus pasos hacia el destierro", una tarea que nos mantuvo ocupados más de un año y de la que tan buenos recuerdos tengo. Recojo ahora, gracias a este libro, los toponímicos en sus dos versiones, la castellana y la andalusí, siempre es momento para aprender sobre el origen de las palabras:
Granada, Palacio Dar al-Horra - Rio Darro, río del Oro, al Hádaro - Puerta de los Tableros, Bab al Difaf - Torre de Comares, Bhor al-Qumariyya - Puerta de las Balanzas o de las Pesas, Bab al-Zidaya - Patio de los Leones, Riyad al-Said - Puerta del Arrabal, Bab al-Rahhab - Puerta de los Molinos, Bab al-Rihá - Huete de la Vega, Wator - La Zubia, Al-Zawiya - Alhendín, al-Hamelán - Dílar - El Manar - Loma de las Vacas - Puerto de la Malamujer - Cerro de l.as Calaveras - Portillo de la Divisoria o de las Lágrimas - Padul, Al-Badul - Nigüelas, Niwar - rio Torrente - Valle de Lecrín, Alecrín - Mondújar, Mondexar - Tajo de Tablate, Tabulate - Lanjarón, Al-Anyurun - Alpujarra, Albuxarra - Órgiva, Yuz Aryuba - Almegíjar - rio Guadalfeo, Wadi al-Fedus - Cádiar, al-Qadir - Narila, Al-Aniidin - Yátor, Zator - Ugíjar, Uxijar - Charín - Alcolea, Al-Colaya - Laujar de Andarax - Cobda - Berja - Adra, Abdera, Asdra.
- Termino con este párrafo precioso: "...El día que partieron, el Zurdo se hundió en sus almohadones y goloso y como ausente escuchó por fin, tras tantos años de ostracismo, el canto de los pájaros en el fabuloso Riyad al-Said, para lo cual mandó silenciar la fuente de los Leones. Los pájaros resonando en el mármol de las 124 columnas, al vapor del sol filtrándose por los calados arcos de once tipos diferentes, la paz perfecta, tan sólo la sombra y la luz proyectándose en el vano de los muros y en las flores de los parterres: asfódelos, asterias, los azahares de sus naranjos. ¡Qué descanso, al fin!"
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