Viñeta de Paco Catalán - 25/03/2021 |
"Muesli", 2 años, "la indómita", adoptada.
Todos sabemos que los perros no pueden hablar ni escribir, pero sin embargo expresan mucho más que palabras con sus gestos, miradas y mimos.Esta es la carta de un perrito adoptado hacia sus humanos, o cómo sería, para que puedas comprender que es lo que pasa por sus corazones cuando por fin encuentran un hogar donde son queridos.
"Titán", "el Terror de los Gatos", edad desconocida: como 2 años +-, adoptado.
¿Donde estoy?
No se cuando ni cómo pasó pero un día me vi aquí, en una especie de pequeña cárcel donde convivo con muchos otros perros. Tengo problemas para dormir porque los demás perros lloran constantemente.
Tampoco puedo comer bien porque no hay mucha comida y la poca que hay, casi siempre se la comen los perros más grandes y fuertes. Cualquiera se acerca a ellos cuando están comiendo…
Sinceramente, no se que es este lugar. Quizás sea una especie de infierno donde todos terminamos nuestros días, pero no recuerdo haber hecho nada malo para terminar aquí.
¿Cómo he llegado aquí?
Recuerdo que tenia una familia pero que un día al ir a despertar a mi humana por la mañana, ella no se quiso levantar. Lamí su cara durante horas, pero parecía tener mucho sueño porque no abría los ojos.
No se quienes eran, pero me recogieron en casa y me trajeron hasta aquí. No comprendo que hice mal, siempre me he portado bien. Tampoco se por qué mi humana no viene a por mi, no comprendo nada.
Por lo menos tengo unos recuerdos, muchos de los perritos que aquí viven conmigo no recuerdan nada, más que estar siempre aquí encerrados y sin un hogar.
¿Qué pasa conmigo?
A diario vienen muchas familias a visitarnos pero ninguna quiere jugar conmigo. No se si soy feo o demasiado viejo, si no parezco cariñoso o si simplemente huelo demasiado mal, quizás es porque no soy de raza… pero me siento solo.
Algunos compañeros tienen suerte y se van a pasear con alguna familia, o eso parece, porque no vuelven. Quizás simplemente encontraron el hogar que todos deseamos, quizás simplemente los durmieron para siempre.
Cuando viene gente a vernos siempre intento parecer simpático, pero nunca me hacen mucho caso, así que ladro mucho cómo los demás para que me miren y sepan que existo, pero no funciona.
Y por fin llegaste tu...
No se cuanto tiempo estuve allí ni por qué, pero recuerdo cómo el primer día ese momento en el que te acercaste a mi y me hablaste. No se que me dijiste, no hablo humano pero pude ver en tus ojos que todo iba a ir bien.
Desde entonces has cuidado de mi, me das de comer, salimos a pasear, jugamos, nos hacemos muchos mimos mutuamente desde entonces, solo hay amor en mi corazón y creo que en el tuyo también.
No se que viste en mi, pero te aseguro que te estaré agradecido hasta el día en el que muera de viejecito. Solo espero que los demás perros que allí vivían conmigo, tengan algún día la misma suerte que yo tuve al conocerte.
Siento que llega el momento.
Han pasado ya algunos años desde que nos conocimos, desde que formamos una misma familia, una misma manada. Puedo ver cómo en tu pelo han aparecido alguna canas y cuando me miro en un espejo, puedo ver cómo a mi también me han salido muchas.
Ya no tengo fuerzas para levantarme, ni tan siquiera para ir a saludarte… creo que está llegando mi momento, pero no quería irme sin despedirme de ti, por eso te dejo esta carta.
Quiero que sepas que te quiero, que siempre te he querido y que siempre te querré. Gracias, gracias por ser parte de mi vida y por cuidar de mi, gracias por rescatarme y por estar siempre a mi lado.
Se que estarás triste durante durante un tiempo, por favor recuerda siempre los buenos momentos que pasamos juntos y cuando tu corazón vuelva a sentir alegría, por favor, rescata a otro perrito, dale la misma oportunidad que me diste a mi.
Atentamente, tu fiel y agradecido perrito
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