Viajar siempre es un placer, una manera de conocer el mundo que nos rodea. Salir del "corralito" ayuda a ampliar la cultura, adquirir maneras y modales positivos, mejorar nuestra percepción individual y global. Aumentar nuestra educación, nos ayuda a ser mejores buenas personas, a valorar lo nuestro, a no sentirnos el ombligo del mundo. A convivir con otras formas de vida, comprender que se comen otras cosas, que gustan otros sabores.
Ya lo dijo el inmortal Cervantes: "El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho."
También sentimos en nuestras propias carnes que el sol sale y se pone antes o después, que ilumina con otra intensidad, que la luz tiene otra dimensión, que la lluvia no es nuestra enemiga, que hay que aprender a convivir con ella y que porque caiga mucha o con más frecuencia, no debemos amilanarnos y quedarnos encerrados y temerosos. Confirmamos de primera mano que no hay tiempo malo, sino ropa mala.
Escuchamos hablar de forma distinta, con otros sonidos diversos, raros, impronunciables, aprendemos a comunicarnos con indicaciones del dedo, con gestos del cuerpo, con miradas, con sonrisas. Aprecias la utilidad del inglés, de lo bien que vendría la existencia de una lengua universal. Te das cuenta de que los españoles somos más ruidosos por naturaleza, sin ser conscientes de ello nuestro nivel expresivo alcanza cotas de decibelios que otros no tienen,
Al salir y pisar tierras lejanas, distintas a la nuestra es cuando te das cuenta de quien eres, de lo que eres, de que somos iguales, de que somos diferentes y diversos. Ciudadanos del mundo, con problemas parecidos, similares, iguales, de modo que al final sientes que estás en un mismo barco planetario, que la Madre Tierra a todos nos pertenece, y que lo que a tí te afecta, aún de modo diferente, también influye más o menos a la larga, en los demás.
Te das cuenta de que la bici es un medio de transporte sano, posible, limpio, cómodo y eficiente. Que estamos a años luz y que se puede ir de un lado a otro dándole a los pedales sin usar el coche, aunque claro, hay que diseñar ciudades con otra mentalidad diferente a la nuestra.
Andar por Europa es una gozada, darte cuenta de que aún con grandes diferencias culturales, lingüísticas, etc, vives bajo un mismo paraguas que te posibilita usar la misma moneda, pasar de un país a otro sin problemas, con facilidad. Y te hace pensar en la ilusionante idea de que desaparezcan algún día las fronteras y que las personas, sean de donde seamos, podamos movernos con la toda la libertad que expresen nuestros deseos. Si, es una quimera, pero no por ello es menos bella.
En este viaje, uno de mis objetivos ha sido probar todo tipo de cerveza que haya estado a mi alcance. Hay más de dos mil variedades diferentes, cada una con su copa específica. Estando en la cuna de esta famosa bebida, creo haberlo cumplido o intentado sobradamente.
Dicho lo anterior y para que quede de recuerdo, pongo a continuación el resumen-itinerario seguido del 6 al 12 de septiembre de 2019, que si no en cuanto pase el tiempo todo se me olvida:
- Día 6 de septiembre, viernes: Salida del aeropuerto de Málaga, con destino a Bruselas. y alojamiento en el hotel NH Brussels Louise. Paseo de contacto con la ciudad por los alrededores del hotel. Hace fresquito y hay que echar mano de la manga larga.
- Día 7 de septiembre, sábado: Visita panorámica en bus por la Bruselas más turistica. Parlamento europeo y el Atomium. Posteriormente paseo a pie por la Gran Place de Bruselas, monumental e impresionante conjunto arquitectónico declarado patrimonio mundial por la Unesco y que incluye a los edificios de los gremios de comerciantes y la bellísima fachada del ayuntamiento. Caminata por las calles más turísticas incluyendo la fuente del Manneken Pis, símbolo de la ciudad.
Posteriormente nos desplazamos hasta la célebre ciudad de Lovaina. Tenemos un día espléndido con solecito y buena temperatura.
A la noche y más abrigaditos volvemos a patita a la Gran Place de Bruselas, para disfrutar de la belleza de sus edificios con iluminación nocturna, toda una maravilla y un ambientazo fabuloso.
Posteriormente, visitamos Gante , cuna del emperador Carlos V de Alemania y I de España, que muchos consideran como la ciudad más bonita de Europa.
Un tiempo cambiante, entre sol y nubes, lo que hace sentirnos afortunados.
- Día 9 de septiembre, lunes: Visita a Malinas, pequeña localidad repleta de encanto, de canales, iglesias y beaterios Luego viajamos hasta Amberes (Antwerpen) poseedora de uno de los puertos más importantes de Europa. De Amberes destaco la Grote Mark o Plaza del Mercado con su espectacular fuente barroca del Bravo.
Personalmente me ha encantado y quedé profundamente enamorado de la bellísima Estación de Amberes y que con su poderoso poder de atracción me sedujo tanto de día como de noche.
Seguimos con el buen tiempo, sol y nubes, nubes y sol, pero la lluvia nos sigue respetando algo que por estos lares, dicen, es harto raro.
- Día 10 de septiembre, martes: Dejamos Bélgica y nos adentramos en Holanda, comenzando con la visita a Rotterdam, una elegante ciudad llena de arte y centros comerciales. El acercamiento a la ciudad comienza con un recorrido en barco por su inmenso puerto, que nos posibilita imágenes inéditas de la ciudad.
Nos acercamos también hasta la "Holanda pequeñita" en Madurodam, en La Haya, un sitio ideal para descubrir la singularidad de Holanda: sus casas rodeadas de canales, los campos de tulipanes, los mercados de queso, los molinos de viento.
Por último nos trasladamos hasta una localidad rural preciosa, Rijp, tranquila, acogedora, de hermosas casas rodeadas de canales, en un entorno natural por la que caminamos en relajada visita nocturna, conociendo calles llenas de paz y natural silencio, que nos lleva de nuevo a constatar una gran diferencia en el modo de vivir con respecto a nosotros.
El tiempo ha seguido respetándonos, nubes y sol, quita y ponte la manga larga y disfrute de rica cerveza.
- Día 11 de septiembre, miércoles: Desde Rijp y en bus nos trasladamos hasta la región del Waterland, la tierra del agua, para conocer pueblos de ensueño ganados al mar por medio de continuada lucha, esfuerzo y tiempo. Marken primero y Volendam después, nos permiten conocer típicas casas de pescadores, iglesias protestantes que conviven con las católicas y plazas cuadrangulares rodeadas de antiguas casas del siglo XV en adelante.
El viento y la lluvia hace que se nos vuelvan los paraguas, se chorreen los chubasqueros y se mojen los desprotegidos pies. Caminamos por charcos y por fín, nos podemos creer eso de que por estas tierras llueve mucho. Los holandeses, siguen impertérritos pedaleando bajo la lluvia, que parece no afectarle, ya que dicen que es ligera y escasa. Para la mayoría de la gente del sur este es un tiempo insufrible.
Visitamos una granja local de quesos, con explicación de como se producen. Cata de quesos Henri Willig y desatada la compulsiva locura de la compra del queso y del recuerdo. Vemos también como se tallan los famosos zuecos y aprendemos sobre su antigua utilidad como calzado campestre.
Sigue lloviendo con fuerza cuando llegamos hasta Amsterdam y protegidos bajo el techo del barco recorremos sus canales principales construídos a lo largo de siglos y desde el 2010 declarados Patrimonio de la Humanidad. Es una buena y protegida forma de acercarse a la ciudad.
Paseamos por la Plaza Dam, centro neurálgico de la ciudad y nos acercamos a conocer el típico Barrio Rojo, la Munttoren o Torre la Moneda, siempre bajo la irredenta lluvia, que finalmente cede y nos da un respiro. Saboreamos una Heineken y disfrutamos del momento.
- Día 12 de septiembre, jueves: Visita a Utrecht, ciudad histórica y monumental, con raíces romanas y testigo primordial de la lucha de religión entre católicos y protestantes. Hoy no llueve, vuelve el tiempo soleado con nubes, lo que permite airear nuestra ropa. Visitamos la ciudad destacando sobre todo lo que queda de su antigua catedral, contemplando sus canales y calles llenas de vida alegre y bulliciosa.
A la tarde regresamos hasta Bruselas para tomar el avión y dar por concluída la aventura.
Es de bien nacidos el ser agradecidos, por eso, llegados a este punto, es de justicia el terminar dando las gracias a todas las personas que han hecho posible tan estupendo viaje.
1 comentario:
Un viaje precioso me lleno de cultura y encanto, muy bien documentado con unos guías estupendos. Un placer viajar con vosotros. Gracias
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